martes, 20 de agosto de 2013

Rhae lo reconoció antes de verlo. Por como arrastraba las vocales era imposible que no lo reconociera aunque estuvieran hablando cientos de personas a la vez. Era uno de los compinches de Riko, que nunca le había gustado que Rhae se metiera en su terreno. Él pertenecía al grupo de los que pensaban que las mujeres deberían quedarse en la cocina. Aunque Rhae no fuera la única mujer que estaba allí aquella noche, ni fuera la única que le había pateado el culo.

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